Imagina hallar un planeta a solo 4 años luz de nosotros… y luego verlo desaparecer. Pues eso es justo lo que pasó con el telescopio espacial James Webb (JWST), que captó señales sólidas de un planeta gigante gaseoso orbitando Alpha Centauri A —una estrella muy parecida al Sol—, ubicada en el sistema estelar más cercano. Pero luego… ya no apareció en observaciones posteriores. Aquí te cuento todo lo que se sabe.
El golpe científico (y la confusión)
- En agosto de 2024, el instrumento MIRI del JWST detectó un objeto 10,000 veces más tenue que la estrella anfitriona, a una distancia aproximada de 1–2 UA (unidades astronómicas) de Alpha Centauri A, usando una máscara coronográfica para bloquear el brillo estelar.
- Este “puntito” fue interpretado como un planeta gaseoso, similar en masa a Saturno, orbitando dentro de la zona habitable de su estrella —aunque por su gran tamaño, no sería habitable.
Desaparece… y aparece en modelos
- Lo curioso llegó en 2025: febrero y abril, meses en que JWST intentó volver a observarlo, no logró detectarlo. Esto llevó a que los científicos hablaran de un “planeta que desaparece”.
- Pero no todo está perdido: simulaciones sugieren que pudo moverse dentro de su órbita y quedarse temporalmente “escondido” en el brillo de su estrella. Calculan que volvería a ser visible entre 2026 y 2027.
¿Por qué es tan relevante?
- Si se confirma, sería el primer planeta directamente captado orbitando una estrella tan parecida al Sol y tan cerca de nosotros.
- Es una oportunidad única para estudiar sistemas planetarios vecinales, y las próximas misiones como el telescopio Nancy Grace Roman (lanzamiento entre 2026 y 2027) podrían complementarlo en luz visible.